Buenos Aires, 20 dic (Prensa Latina) Miles de manifestantes llegaron hoy hasta la capitalina Plaza de Mayo para denunciar el plan de ajuste del presidente argentino, Javier Milei, pese al despliegue de numerosos efectivos como parte de un fuerte operativo policial.
Mientras el mandatario y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, supervisaban el protocolo desde el Departamento Central de Policía, los integrantes de organizaciones sociales, sindicales y defensoras de los derechos humanos salieron a las principales avenidas de esta ciudad para expresar su descontento con las medidas de la actual gestión.
Con carteles como No al ajuste y Al final la casta era el pueblo, miembros del Polo Obrero (PO), el Frente de Izquierda (FIT), Patria Grande, el Partido Comunista, la Unión Ferroviaria, el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, el Servicio Paz y Justicia, entre otras agrupaciones, exigieron el respeto a los derechos de todos los ciudadanos.
Entre los participantes se encontraban los excandidatos presidenciales Myriam Bregman y Juan Grabois, la representante de Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y líderes sindicales.
En declaraciones a la prensa el integrante del PO, Eduardo Belliboni, denunció la activación de «un dispositivo represivo enorme».
«Vinieron armados hasta los dientes, le pegaron a periodistas y manifestantes, pero logramos quebrar ese cerco. Estamos marchando pacíficamente. Esto es una dictadura militar», aseveró.
Por su parte, la diputada del FIT Vanina Biasi condenó las acciones para amedrentar a quienes protestaron.
A su vez, Bregman advirtió que «está en juego el derecho a defender nuestros derechos» y calificó de impopulares las medidas del Gobierno.
Desde horas de la mañana, efectivos de la Gendarmería, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Federal, realizaron controles en autopistas, estaciones de trenes, las proximidades del Congreso y la Casa Rosada, entre otros lugares públicos.
El canal de televisión C5N reportó enfrentamientos entre los ciudadanos y los oficiales que intentaron impedir que los manifestantes marcharan por las calles.
La demostración coincide con el aniversario 22 del estallido social de 2001 que llevó a la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, y tiene entre sus objetivos condenar el «el plan de ajuste y miseria de Milei y el Fondo Monetario Internacional y defender el derecho a la protesta».